Como era de esperar, esto llega a su fin. ¿Ha sido un sueño? A veces lo parece. Si las visitas de artistas nos hicieron pellizcarnos con frecuencia para comprobar que estábamos
en clase y no en brazos de Morfeo, la experiencia final de cantar en el mítico escenario del Café Teatro Pay Pay ha tenido el dulce y excitante sabor del gol de la victoria en el último minuto.
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